O noso proxecto

jueves, 26 de marzo de 2015

MATILDE YAÑEZ LÓPEZ

"Hacía la comida subidita a un taburete"





Matilde Yañez López, de 74 años, nacida en Ferrol el 25 de noviembre de 1940, pertenecía a una familia media y trabajadora. Su padre era electricista y su madre ama de casa, tenían tres hijos; dos niñas con diferencia de un año de edad, un niño siete años más pequeño que Matilde, que era la mediana, ella dirigía la casa, porque su madre y su hermana estaban encamadas, y su padre tenía que trabajar. La madre sufría cólicos desde que dio a luz de ella, el médico le dijo que al tener otro hijo mejoraría, fue entonces cuando tuvieron a su hermano, pero ella quedo igual o peor, y al niño lo tuvo que criar Matilde; su hermana tubo una mancha en el pulmón muchos años. Matilde dice "era yo sola con ocho años, hacia la comida subidita a un taburete, en la plaza las pescantinas ya me conocían. Tenía que: fregar, lavar la ropa, criar a mi hermano...Carreaba el agua con unas tinas enormes, y cubos en la cabeza desde la fuente, que quedaba lejísimos" afirma que su vida fue así siempre.
P-¿VIVÍA CON OTRAS FAMILIAS? 
Teníamos tíos, pero cada uno vivía en su casa, mamá tenía ocho hermanos, el abuelo también tenía tres hermanos, nos veíamos todos, pero cada uno tenía su casa. En casa vivíamos los cinco, aunque por poco tiempo, porque Mari a los 17 años se casó, y a los 18 se marchó para Argentina, yo me quedé con mi hermano, que también se vino a vivir a Vigo, conoció una chica y se casó. Entonces fue cuando destinaron al abuelo aquí a Pontevedra.
¿A QUIÉN CUIDABA? 
Yo cuidaba a mis padres y a mis hermanos, les hacía la comida, lavaba la ropa, planchaba,… hacia todo.
¿Y A USTED QUIÉN LE CUIDABA?
 A mí... nadie. Mi padre cuando venía, pobriño, al volver de trabajar, trabajaba de las 8:00 de la mañana a las 12:30, y luego volvía a marchar otra vez, pero bueno… quiero decir que por su parte tuve mucha ayuda. Después Mari se puso bien, pero acostumbrada a no hacer nada, todo me lo mandaban hacer a mí, yo era la Cenicienta de casa.
¿COMPARTÍA HABITACIÓN?
Pues... yo dormía con Mari. Mi hermano en una habitación, mis padres otra, y Mari y yo en otra. Era una casa con tres dormitorios, un salón, una cocina y un comedor.
¿TENÍA BAÑO?
De aquella no había, era una tabla de madera con un hueco, no había ni duchas, ni nada. Nos bañábamos en una tina de cil, de esas grandes, calentábamos ollas de agua y nos bañábamos en la cocina.
¿CON QUÉ FRECUENCIA SE LAVABAN?
Todas las noches, los pies; y día sí, día no, nos bañábamos, pero con mucho esfuerzo, porque las tinas esas llevaban mucha cantidad de agua. El agua toda la carreaba yo de la fuente, que me quedaba lejísimos, iba con mis amigas. Yo vivía en un piso, en el primero, y ellas en el segundo, llevábamos una tina enorme donde nos bañábamos, la llevábamos entre dos, cada una cogía un lado y en la otra mano un cubo. Entonces se lavaba la ropa, y se echaba a clareo, que es un trabajo de caray, había que echar la ropa al campo, y cuando hacía mucho sol se secaba, pero no se podía dejar secar, por el jabón, sino se ponía todo..., tenías que llevar una tina de agua, la dejabas allí y a cada momento regabas la ropa, luego volver a lavarla, quitarle bien el jabón en una tina y escurrirla. Este último agua, la dejaba en el portal, para dar el primer lavado a la otra ropa, y se me caían los dediños de fría que estaba el agua, en invierno tengo llorado y todo, pero había que aprovechar el agua porque sino... Es que no podías, con unos cubos enormes en la cabeza… madre mía.
¿SE LLEVABAN BIEN?
Sí, muy bien, aunque yo me celaba un poco de Mari, como no hacía nada, yo le decía a mi madre "mami Mari va al colegio, y va a bordar a una modista, y yo no puedo hacer nada" yo estaba siempre metida en casa. Después, cuando conocí al abuelo, fui a una costurera, a aprender a coser, que no me dio tiempo ni a aprender, porque me casé a los 16 años… ya no me dio tiempo a nada (ríe). Con los estudios me enseñaba mi padre, al venir de trabajar de noche, lo básico, porque me decía mi madre un día "hoy vete al colegio, que me encuentro mejor" iba, pero cuando volvía ya estaba en cama, al día siguiente ya no podía ir. Mi niñez mal. Mi hermano me adoraba "tilitita, tilitita" claro, yo para él era su madre, con siete años ¡fíjate! desde que nació mi hermano, trabajando seguido.
¿CUALÉS ERAN LAS FIESTAS DE SU PUEBLO?
Pues… Las Angustias, La Parrocheira, Las Casas Baratas, El Pilar... pero yo no iba a casi ninguna, no podía ir. Si iba, tenía que ir con la madre de una amiga, no podíamos ir solas, aunque fuera al lado de casa. En Esteiro, donde vivía yo, al lado del campo de batalla, había fiestas y había de todo.
¿CÓMO SE DIVERTÍAN?
Un domingo, jugábamos por allí… por la calle, o jugábamos a la cuerda, al escondite, la billarda, el trompo, las bolas... y si tenía que hacer algo, marchaba corriendo para arriba. Yo recuerdo pasarlo mal, porque mis amigas me decían "vente que vamos a jugar a la cuerda" y yo "sí... ¿y cómo hago? que tengo que hacer la cena que viene mi padre..." ponía el fuego bajito, al mínimo, y bajaba como una bala (ríe) me daban el cho y corre a darle la vuelta a la tortilla, luego volvía a bajar, y así... era lo mío.
¿RECUERDA EL CINE?
Sí, pero iba poco, fui alguna vez con el abuelo de casada, yo de soltera no iba a ninguna parte. No hice ni la comunión, tuve que ir yo un día a confesarme, y a comulgar por primera vez, allí a Las Angustias, porque yo no podía ir a catecismo, y sin catecismo no te hacían la comunión. Mari iba a catecismo, e hizo la comunión en la parroquia de Esteiro, pero yo no. Y un día pasé por allí y dije "no puedo estar así " me metí allí, le dije que era la primera vez que me confesaba y que no había hecho la comunión, me confesé, comulgué y esa fue mi comunión.
¿QUÉ HACÍAN EN LAS FIESTAS?
Bailar, a mí me encanta bailar.
¿PODIAN ESTAR CON UN HOMBRE SIN QUE LA GENTE PENSARA MAL?
Sí, porque allí nos conocíamos todos. Yo en lo que me fijaba era en que tuviera un reloj bonito (ríe), me acuerdo una vez que tenía 12 años, y había un chico guapísimo, con un reloj..., me sacó a bailar, y era de estas piezas que no acaban nunca, un popurrí, y cuando veo que tiene una pata de madera... yo solo vi el reloj (ríe), no le mire ni para las piernas, ni para nada. Entonces nos sacaban a bailar, si nos gustaban, bailábamos, si no nos gustaban, les decíamos que no y ya está.
¿DÓNDE CONOCIÓ A SUS AMIGAS?
Mis amigas vivían allí, eran vecinas todas.
¿CÓMO SE VESTÍAN?
Bueno... con la ropa que se llevaba, se llevaba la ropa tipo cancán, muy... Según, yo la verdad siempre vestí bien, a pesar de que no se podía mucho, siempre vestía a la moda.
¿TENIA ROPA DISTINTA PARA LOS DIAS DE FIESTA?
Para los domingos, aquella ropa no se podía tocar, eso era sagrado. Por la semana una ropa corrientita, y el domingo más... Con los zapatos tampoco podías gastar mucho, porque no se podía, no es como ahora que tienes para cada vestido unos zapatos, ahora se combina todo, antes...
¿CÓMO CONSEGUÍA LA ROPA?
Me la compraban mis padres, teníamos una modista que venía a casa, nos cogía las medidas, me compraban una tela o algún regalito que me gustaba y luego me hacían la ropa, a mi hermana y a mí.
¿USABA PANTALONES?
No, que va…, eso fue después. De hecho yo después de casada quise ponerlos, y el abuelo no me dejaba. No, eso fue después, era faldita y vestidito.
¿QUÉ ESTUDIABAN?
Yo estaba empezando, aprendíamos a leer y hacer cuentas. Con ocho años no iba nunca, era cuando empezábamos a restar…
¿QUÉ TAL SE PORTABAN LOS PROFESORES?
Bueno... era un señor muy mayor, Don Pedro, solo teníamos uno, madre mía, aún me acuerdo, vivía allí también, cerca de casa.
¿CUÁNTOS ERAN?
Éramos 30 o así...
¿CUÁNTO TIEMPO ESTABAN EN EL COLEGIO?
Entrábamos a las 9:30 hasta las 12:30 creo.
¿TENÍAN RECREO?
Teníamos un recreo, pero no salíamos del cole, creo que era un cuarto de hora o así...
¿DÓNDE ESTABA EL COLEGIO?
Al lado de mi casa.
¿LE GUSTABA IR?
Yo no le llegué a coger gusto, porque como no iba nunca, porque no podía. Ojalá pudiera ir yo le decía a mi madre "joba, mi hermana va al colegio, va a todo y yo no" en el fondo, me sentía un poco cenicienta. Con el cuento de que yo me manejababien, iba a la plaza y tenía mucho... ya me conocían todos, me decían " mi niña ¡mira! llévale esto a tu madre, que te sale muy bien de precio”.
¿QUÉ COMIAN TODOS LOS DIAS?
Bueno, pues comíamos de todo, mucha lenteja, fabada, guiso con dos chorizos para cinco personas, tortilla, que les encantaba, una tortilla gorda con dos huevos, le echaba un huevo por arriba, le daba la vuelta y el otro. No era como ahora que echamos la patata dentro del huevo, antes por dentro no llevaba huevo, era solo la presentación, y como nosotros prácticamente toda la gente, no es que fuésemos nosotros solos ,y nos dio la vida que mi padre era jubilado de guerra ,tenía metralla en el pulmón, entonces tenía derecho a un economato, y nos daban: pan todos los días, era un pan duro blanco muy malo, nos daban lentejas, habas ... mi madre cuando tenía mucho, lo cambiaba por carne o así para ir teniendo, y gracias a eso hambre nunca pasamos.
¿COMIAN OTRA COSA LOS DIAS DE FIESTA?
Sí, los días de noche buena estaba deseando que llegaran, dios mío, madre mía, para nosotros era una fiesta. El día de noche buena sí que había de todo, para nosotros era un patrón ese día, mi madre se esmeraba, me mandaba comprar de todo, lo pasábamos muy bien, venían los vecinos, subían los matrimonios con los niños después de cenar, poníamos el tocadiscos y nos poníamos a bailar, lo pasábamos pipa, mi casa el día de noche buena y navidad parecía una sala de fiestas(ríe), lo pasábamos de maravilla, si señor, el único día que lo pasaba bien, pero después un trabajo...pero bueno, lo pasábamos bien, tanto mis hermanos como yo estábamos deseando que llegara, no es como ahora, que ya no sabes ni que hacer para comer, porque comes de todo todos los días, entonces como no había… ese día lo pasabas genial .
¿CUÁL ERA SU COMIDA FAVORITA?
A mí me gustan mucho los guisos, me gusta todo y al abuelo igual. Me gustan las judías, el guiso, el potaje, el caldo, el cocido... ahora… el guiso de carne me encanta.
¿QUÉ RECUERDA DE SU INFANCIA?
Recuerdo que lo pase mal, porque no podía salir con mis amigas, veía que salía todo el mundo, y yo tenía que quedar en casa, porque mi padre por la semana trabajaba, y si mi madre quería algo... tenía que estar alguien en casa. Es que yo pasé de niña, a nada, porque me casé a los 16 años, a los 17 tuve a tu tío, no disfrute, ahora es cuando estoy disfrutando un poco.
¿CUÁLES SON SUS RECUERDOS MÁS ESPECIALES DE SU ADOLESCENCIA?
No sé… con mis hermanos me llevaba muy bien, a pesar de que tenía celos de mi hermana. Pero yo, ver a mi madre el día que se levantaba y que se encontraba un poquito mejor..., y le decía mi padre "Fina vamos a dar una vuelta" para mi era una satisfacción... yo me asomaba al balcón de madera, y para mí, ver salir a mis padres, aunque yo no saliera, me entraba una alegría por dentro..., estaba tan contenta que hasta que los perdía de vista no salía del balcón. Mi padre estaba siempre agarradito de mi madre, no se movía de su lado, los domingos que ella estaba en cama, mi padre allí siempre pegadito en una sillita a su lado, era un matrimonio maravilloso, se llevaban de maravilla, mi padre fue tan bueno… mi madre en cama y él a su lado, no salía a ninguna parte, ni a tomar un café con un amigo, él lo único que hacía era ayudarme a mi "tiliña, tráeme unas patatas, que te las pelo o te laspico yo" menos la ropa…que al tenderla lo veían...cerraba la ventana de la cocina y me fregaba o así. Los hombres de aquella eran muy machistas, no hacían nada, no es como ahora que los ves sacudir alfombras, echando la ropa a secar... ahora es una maravilla, antes estaba muy mal visto, mi padre, pobriño ,cerraba la ventana para que no lo viera nadie, se ponía el delantal y me echaba una mano a todo.
¿CONOCÍA ALGÚN CASO DE MALTRATO?
Sí, al lado de mi casa. Allí había uno que... chillaba siempre la mujer, Antonio se llevaba, el perchelero, por dios, a mí me ponía mala… ya lo denunciáramos. Le daba cada paliza…, pobriña, aparecía con los ojos negros, pero seguido, no era decir un día..., venían los gritos de dos casas más allá, después no conocí ningún caso más así.
¿SUS AMORÍOS?
Pues mira, yo no tuve amorío ninguno, el primer hombre fue el abuelo. Conocí un chavalito en una fiesta, yo tendría 12 años, me acuerdo que con una amiga los conocimos bailando, un día estaban cantando en la puerta "que llueva, que llueva, que no deje de llover, que salga el sol, que no salga, tú me tienes que querer. Agua que sigue lloviendo, que lava la ropa, que mientras siga lloviendo, me estoy poniendo como una sopa..." (Ríe), y yo me levante "¿quién canta?" miré por la ventana joba…, era el chavalito ese (ríe), fue lo único que tuve, un día, en una fiesta, después conocí al abuelo y ya nada.
¿CÓMO LO CONOCIÓ?
Íbamos a pasar el verano a Baldoviño, veraneábamos allí siempre, porque mi hermana necesitaba el monte para el pulmón, íbamos a una aldea, vivíamos en una casa, y con el mismo tejado, en la otra casa vivía un matrimonio que tenía cuatro hijos, tres chavales, y una chica. Mari y yo, por la ventana de atrás, veíamos jugar a los niños esos, y veíamos a uno que ponía el saco por la cabeza, haciéndoles el cocón a sus hermanos para meterles miedo, y Mari y yo riéndonos "mira aquel parvo" allá no se decía “parvo”, se decía tonto "mira aquel tonto" el “parvo” es de aquí, de Pontevedra, y el chaval tonto, me quedé yo con él. Lo conocía de vista, no hablamos ni nada, un día paseando por la Calle Real con una amiga, llevaba un chaquetón con una trebilla atrás, y me tiraron de la trebilla, mire para atrás… "ahí está el tonto" (ríe) y desde aquella no me lo saqué de encima, seguido detrás nuestra, y yo "no que voy a casa de mi madrina" me metía en casa de mi madrina, que vivía en la Calle Real, y esperaba a ver si marchaba, y el amigo y él no se marchaban, le tengo hecho más putadas... (Ríe) y lo conocí así. Era el tonto que nos reíamos de él (ríe) por eso no te puedes reír de nadie, siempre te quedas con él, yo me reía de él, y mi amiga se reía del amigo, mi amiga se casó con el amigo, y yo con este. “ahí está el tonto, vámonos Mari" él venía por allí, y nosotras escapábamos por el otro lado.
¿DÓNDE SE VEÍAN?
Después de que pasara un tiempo de conocernos, él me esperaba en la esquina, allí arriba, yo miraba por el balcón y lo veía allí, a veces me tenía que esperar tres o cuatro horas, porque yo tenía que hacer cosas, cuando terminaba estaba allí un rato con él.
¿CUÁNDO ESTABAN JUNTOS QUE HACÍAN?
Pues a él le gustaba mucho ir al cine, pero a las 10 como no estuviera en casa... Nos íbamos de ocho a diez, después de hacer todo claro, en domingo, que estaba mi padre en casa, entonces podía salir, porque si mi madre necesitaba algo estaba el allí para dárselo. Íbamos al cine, paseábamos por la Calle Real, comprábamos aceitunas, en un carrito de esos antiguos, que se ponía en medio de la calle, por el paseo… Comprábamos un cartucho de aceitunas y nos lo comíamos paseando, es lo que hacíamos.
¿A DÓNDE SE FUERON DE LUNA DE MIEL?
A Coruña, nos pagaron los abuelos una pensión, el abuelo cogiera unas entradas para ir al cine, resulta que llegamos allí, se había cambiado de chaqueta, y dejó las entradas en el bolsillo de la otra, (ríe) ni cine, ni nada, tres días creo que fue, entonces no había dinero para irse de luna de miel por ahí, no es como ahora, a parte el abuelo trabajaba en Lavaban y cobraba muy poquito.
¿TUVIERON PROBLEMAS SERIOS DE PAREJA?
Pues gracias a dios no, discutíamos como todos los matrimonios, sobre todo por los hijos, porque: “ si tú lo dejas ir, y yo no lo dejo, y la culpa es tuya, ¿para que lo dejas ir, si aún no estudió? bueno déjalo ir y tal y cual” (ríe) y problemas, de esos.
¿CUÁLES ERAN SUS EXPECTATIVAS DE FUTURO?
Ninguna, nunca tuve tiempo de pensar lo que quería ser de mayor, nada, porque al no estudiar… quería aprender a leer, escribir y lo básico, para poder defenderme. Me gustaba coser, pero como tuve que dejarlo… si pudiera ser modista o así.
¿CÓMO FORMARON SU PROPIA FAMILIA?
Estuvimos viviendo con los abuelos, después cogimos nuestra propia casita. En Ferrol vivimos en dos casas, y cuando destinaron al abuelo para aquí, Pontevedra, me buscaron una casita en Lérez, un bajo horrible, después nos cambiamos para La De Víctor, que teníamos una terraza enorme y empezaron a venir más hijos y nietos.
¿SUS HIJOS?
El mayor era José, luego Belén, Soledad, Fran, David y Marcos, seis hijos. Estudiaron todos en la Junquera, estuvieron en pasantías… y después nada, se empezaron a casar todos, es lo que pasa con los hijos, pero todos muy bien, la verdad me tocaron unos hijos...
¿QUÉ RECUERDA DE LA GUERRA, LA POSGUERRA, LA DICTADURA, EL FRANQUISMO?
Yo nací en el cuarenta, y la guerra ya pasara, pero por lo que oí a mis padres, mi padre estuvo en la guerra, tenia metralla en los pulmones. Yo oía… cosas horribles, que se tenían que ir a esconder cuando empezaba el tiroteo, los cañones... iban a esconderse a unos refugios lejísimos, yo es lo que me acuerdo, porque era muy pequeñita, y había mucha pobreza, y la gente iba a vender con sacos en la cabeza a las aldeas. Mis padres decían "que no venga otra guerra, dios mío" y a mi padre lo dieron por muerto ósea que..., yo no me acuerdo de oír cañonazos, ni nada, yo pienso que ya pasara la guerra, mi madre cuando venía alguien a casa: “¡ay dios mío! fue horrible, teníamos que escapar corriendo con los niños" si eso si me acuerdo pero lo otro no.
¿LE DABA MIEDO?
Hombre…, no me va a dar miedo, solo pensar que mi padre estuvo dado por desaparecido, que lo dieron por muerto, pero eso fue antes de casarse, eran novios, lo daban por muerto ya, y cuando lo encontraron, estaba más para allá, que para acá', prácticamente muerto, de hecho la bala le quedo en el pulmón, y cuando se le movía moría de dolor. Esos años como decía mi madre: "que no vuelvan" se pasó muy mal, mucho miedo, porque claro, te iban los hijos, los hermanos, iban a matar a la gente por las casas, yo era tan pequeña...
¿CONOCE A ALGUIEN QUE EMIGRARA?
Pues, emigró mi hermana, primero en marido, y luego la reclamó, porque antes primero marchaba uno, y luego la reclamaban, entonces marchó mi cuñado y a los ocho meses mi hermana. Marchó una tía mía, a Venezuela, porque aquí no había mucho trabajo, no había nada.
¿LOS QUE MARCHABAN VOLVÍAN?
No, ya no volvieron más. Mari lleva allí desde los 18 años, pero vino cuatro veces a visitarnos.
¿USTED QUISO EMIGRAR?
Yo no soy de viajar, y menos emigrar, yo aquí en Galicia.
¿VIAJÓ FUERA ALGUNA VEZ?
No, me marché hace poco, a Palma de Mallorca, porque tenemos a Mocho el hermano del abuelo allí, a Barcelona y Madrid, pero todo ahora. ¡Ah! y fui a Argentina, a la boda de una sobrina, hace 14 años, yo quería conocer Galicia primero y después...
¿DÓNDE VERANEABA?
Mientras fui niña en Valdoviño, y ahora de mayor en Bueu, nosotros éramos de playa, dela mañana a la noche, alquilábamos búngalos en Montalvo y en Canelas tuvimos allí también una casita, después en Area De Bon. Hasta que los abuelos me compraron un terrenito, lo vieron y un día llega el abuelo y me dice "tilde, te vamos a hacer un regalo, como sabemos que te gusta tanto la playa, te vamos a comprar un terrenito" y me lo compraron ellos, pero la casa no.
¿CÓMO IBAN?
Tenía coche abuelo, pero después de muchos años, que para comprarlo tuvo que pedir a un amigo que le dejara algo de dinero, porque no podía, antes de eso ibas en autobús o andando.
¿CUÁNTO COSTABAN LOS AUTOBUSES?
Entonces poco, sino se iba mucho andando, con todas las bolsa, hasta San Jorge, todo Ferrol.
¿CÓMO ERA SU ECONOMÍA?
Pues media, no éramos pobres, ni ricos, era media, porque mi padre tenía un sueldo de electricista, más lo de barman en el casino.
¿CONOCIÓ ALGUIEN DE MUY MALA ECONOMÍA?
Sí, por allí la gente lo pasaba muy mal, nosotros porque mi padre tenía el economato. Había gente, como mis vecinos que pasaban mucha hambre, yo gracias a dios no, la gente vendía por la calle "minchas grandes" te la daba en un cuenco. Iban en furgoneta las del pescado, me acuerdo del jurel, que era lo que cogía, lo limpiaba, lo salaba y lo ponía a secar.
¿CUÁLES SON LOS CAMBIOS QUE VE AHORA RESPECTO A SU JUVENTUD?
Yo creo, que se pasó de tener poco, a ahora, es un desmadre… lo que sé, es por los niños porque es: "tengo mortadela, chorizo, queso" y te dicen "no, hoy quería otra cosa" y entonces, quien nos diera un poco salchichón, sois unos avariciosos, se pasó de agradecer todo, que te daban algo y ¡dios mío!, que bien sabía.
¿HACÍAN POSTRES?
No, de aquella no, después sí. Nos daban un plátano o una pera y para nosotros era un manjar, y ahora es que no tenéis ilusión por nada, os pasáis...
¿QUÉ ES LO QUE MÁS DESTACAS DE TODA SU VIDA?
Pues no sé , yo para mí, mis hijos es lo más importante de mi vida, si no fuera por los niños... ni marido, ni nada. Cuando me empezaron a venir, lo pase muy mal, les tenía que lavar la ropita de noche, para al otro día bañarlos, y ponerles la ropita limpia, porque no teníamos para mudas, el abuelo cobraba 8.000 pesetas, pagabas la casa y ya no te quedaba, ibas a la tienda, y llevabas una libreta para que te apuntaran, porque no tenías dinero, tenías que dejar un poco, para comprar un día, un poco de carne o pescado. Cobraba el abuelo, pagabas la luz, el gas el agua... ibas a la tienda y ya no te quedaba nada otra vez, por eso lo pasé mal, eran muchos hijos, y el abuelo no cobraba... yo no conocía a nadie en Pontevedra, y si iba a la plaza, tenía que ir con el rebaño detrás, porque el abuelo trabajaba, y no se los podía dejar a nadie, porque no conocía a nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario