O noso proxecto

jueves, 26 de marzo de 2015

DINA ROSALINA CARAMÉS PEREIRA

"Mi padre le quitó todo a mi madre... ¡No le quitó la casa porque no pudo!"

Dina, nació en Ourense, en Nogueira de Ramuín, tiene 86 años. Tuvo una dura vida, empezó trabajando desde muy pequeña y no pudo ir a la escuela, pero fue luchadora y consiguió salir de la pobreza y alcanzó su sueño, tener una casa. Ahora sin embargo, vive en la Residencia de Campolongo, donde la entrevistamos.

P: ¿Cómo fue su infancia?
R: Muy negra, con mucha hambre. Tuve que empezar a trabajar desde muy niña y no fui a la escuela. Esa fue mi infancia, no es muy bonita.

P: ¿A qué edad empezó a trabajar?
R: Creo que a los 7 años, ya estaba sirviendo.

P: ¿De qué trabajó?
R: Sirviendo en las casas y con los animales, a los campos... a lo que me mandaran.

P: ¿Hasta qué edad?
R: Hasta los 18-20 años me dije, tengo que salir de esta vida, de esclavitud. Y empecé a coser, me dediqué a coser en los ratos que tenía, porque no vivía de otra cosa que del jornal.

P: ¿Cómo era vuestra situación económica?
R: Yo no tenía nada, ni mis padres. Y mi padre acabó con todo a mi madre, y cuando se lo terminó, no le quitó la casa porque no pudo. Pues era de ella, que se la habían dejado sus padres. Pero le quitó todas las fincas. Y nos trajo a Pontevedra,  un sitio desconocido, y a los 6 meses, nos abandonó. Mi madre tuvo que ir a pedir para darnos de comer. Fue tan duro para nosotros, como para ella.

P: ¿Cómo llegaba el dinero a casa?
R: No había, mi madre pedía limosnas a los vecinos, ese era el dinero que llegaba a casa, limosnas.

P: ¿No teníais otro transporte que no fuera andar?
R: Nada, no había transportes para nada, el único eran las piernas. Ibas desde la Corredoira hasta Carballedo y allí trabajabas una semana y volvías.

P: ¿Qué solíais comer?
R: Lo que conseguía mi madre pidiendo. Con un plato de caldo nosotros ya estábamos.

P: ¿Cuántos erais?
R: Éramos 7 hermanos, mi madre y mi padre.

P: ¿Cómo siguió a adelante?
R: Cuando tenía 23 años ya salí de la esclavitud, de andar al jornal, de la mañana a la noche pues no se contaban las horas como ahora, había que trabajar de sol a sol. Un matrimonio que vivía en Orense me ofreció ir a Vigo con ellos, que allí me buscarían trabajo porque sabía coser y al final, me fui. Estuve con las monjas, en Vigo, en  María Inmaculada y luego me dijeron que no podían tenerme allí pero me buscaron una casa con unas chicas que no me cobrarían mucho y que eran muy buenas, que iban mucho por allí.

P: ¿A qué edad se casó?
R: A los tres años de estar en Vigo, a los 26 años, con un chico de Ourense, con muy buena familia. Aunque ninguno de los dos teníamos nada. Vivíamos del trabajo, el trabajaba para todo el mundo.

P: ¿De qué trabajaba su marido?
R: Era vendedor en La Piedra de Vigo (feria famosa de mercadorías, incluído el contrabando).
El trabajaba en un puesto, vendiendo cosas a los turistas. Y a partir de ahí, hicieron una empresa, Malbar, transformaron La piedra en kioscos, reservados de la lluvia y el viento.

P: ¿A qué edad tuvo a su hija?
R: Al año de casarnos, 27 años, tuve a mi hija.

P: ¿Su hija fue a la escuela?
R: Si, dejé a la niña en un colegio de monjas, cuando la niña tenía 9 años, pues me fui a trabajar a Suiza por mediación de un hijo de una muchacha que tuviera mi suegra.
Pero resultó que las monjas solo se preocupaban por rezar y no por los estudios. Entonces un cuñado se ofreció a hacerse cargo de ella. Le pagábamos por tenerla, por los estudios… Estudió hasta los 15 años, porque prefería trabajar. Entonces decidimos ir para España, porque no podíamos dejar a la hija así, teníamos que ir a ayudarla. Ella quería venir a Suíza, pero hasta los 16 allí no podía trabajar. Pero que podían llevarla sin tener un contrato y trabajaría conmigo en la lencería (lavandería).
Donde se lava toda la ropa, de restaurantes, hoteles… Y se quedó, hasta los 18, porque echaba de menos España, sus amigas… Cuando volvimos teníamos nuestra casa hecha pues compramos un solar antes de marcharnos mi marido. La dejé contratada, porque el contratista era vecino y tenía mucha confianza con él, me dijo, nosotros vamos a hacer nuestro trabajo y vosotros cuando queráis, pagáis. Cuando vinimos teníamos la casita hecha y pagada sin pedir nada a nadie.

P: ¿Cómo es su situación actual?
R: Ahora tengo mi familia, mi hija y mis nietos. Yo quedé viuda, y estaba sola en casa. No era vida para mí, porque me gusta estar con gente, soy muy habladora… Y tenía que esperar a que los domingos vinieran mis amistades, mi familia, y se me hacía la semana interminable. Y hablé con una asistenta social y buscamos una residencia, y me vino denegada, porque aún hacía mis cosas, tenía mi casa… Al final, dije que estaba mal, que tenía muchos problemas, de corazón, tengo un marcapasos.

P: ¿En qué ve que ha cambiado la sociedad?
R: Antes no era como ahora que todo el mundo se cría con lo mejor, yo por mi hija, por mis nietos… Nunca les faltó nada, yo me empeñé en hacer como la hormiga, solo quería subir y subir para poder tener algo en la vida, luché mucho. No quiero que nadie pase lo que yo pasé.

P: ¿Había machismo?
R: Mucho, y ahora quieren volver pero no les dejáis, hacéis bien, no dejéis nunca que os asoballen ni que os toquen. Mi padre era muy mujeriego, dejaba descendencia por donde iba. Venía borracho a casa, le pegaba a mi madre, y si eso lo ves de pequeño se te queda grabado, yo sólo quería que se muriera, que lo llevara el demonio.

P: ¿Cómo era su marido?

R: Yo tuve un marido muy bueno, en la familia había dos médicos.
Lucía Ferrer Doporto 3ºA

1 comentario:

  1. Que dura fue la vida de esta mujer.
    Gracias Lucía por darnos esta información.

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