O noso proxecto

jueves, 26 de marzo de 2015

DOLORES REY

SIRVIENDO DESDE LOS 15


Dolores Rey, de 90 años, no tiene hijos, huérfana desde los 11, nació en Bueu y se dedicó desde los 15 hasta los 73 a servir en casas. Ahora vive en la Residencia de ancianos de Campolongo, Pontevedra, es allí donde la entrevistamos.
PREGUNTA: ¿Cómo era su vida cuando era joven?
RESPUESTA: Pues, así, mi vida fue algo de historia. Yo quedé sin madre a los 3 años, mi padre andaba siempre navegando, cuando quedó viudo, quedamos mi hermana mayor que tenía 5 años y yo. Mi madre murió de parto, porque era muy malo de dar a luz, en aquella época no se iba a los hospitales. Entonces quedamos en casa de amigas de mi madre.
P: ¿Vivió entonces con las amigas de su madre?
R: Sí, mi madre tenía muchas amigas. Pero a los dos años de viudo, mi padre se casó otra vez, y entonces tuvimos una madrastra que mientras mi padre vivió, era muy buena. Pero mi padre, en la Guerra Civil, andaba navegando y el barco paraba en Algeciras. Entonces estaba todo e guerra y cada uno se escapó por donde pudo. Algunos compañeros llegaron a casa, pero mi padre tuvo tan mala suerte, cogió otro camino y fue a dar a Francia. En Francia lo cogieron los franceses, creo que a los pocos días, y los franceses que estaban a favor de los alemanes, llamaron y dijeron que tenían allí a un español, entonces se lo llevaron para allá, para Alemania, y en Alemania lo pusieron en un campo de concentración que se llamaba Mauthausen. Luego le mandaba cartas a mi madrastra, diciendo que estaba bien, que no le faltaba nada, que lo habían puesto de cocinero, porque claro, no podía decir lo contrario porque las cartas pasaban por censuras. Pero cuando terminó la Guerra Civil, llegó la Guerra Mundial, y fue entonces cuando lo mataron y los que sobrevivieron escribieron un libro en el que vienen todos los gallegos que mataron.
P: ¿Y fue al colegio?
R: No, porque mi hermana trabajaba en la fábrica de Bueu y era una chica muy lista, que iba a cobrar, a la oficina, hacia las cuentas, iba a comprar… fue también encargada. Ella siempre estaba trabajando porque entonces querían mucho a las chicas jóvenes para trabajar.
P: ¿Con cuántos años empezó a trabajar?
R: Yo a los 10, 11 años, fue cuando faltó mi padre, entonces trabajaba mucho en casa, recogía, hacía la comida, fregaba, barría el suelo de piedra, calentaba el horno, iba al monte a coger leña, y mi hermana también, pero ella iba al colegio y era muy lista. Mi madrastra quiso que fuera yo también al colegio porque mi hermana ya sabía bastante, pero la profesora le decía que era una pena sacar a mi hermana porque podía hacer una carrera, aunque mi madrastra no se la podía pagar. Después a los 15 años, me marché para servir. Mi hermana murió en Santiago, a los 28 años, porque mi madrastra había dicho que no estaba bien de la cabeza y se la llevaron a Santiago. Yo estaba sirviendo en Marín, cuando apareció un día a las doce de la noche, ella no tenía cariño, ni yo, no teníamos quien nos lo diera. También tengo dos hermanos de parte de mi madre. Uno vive en Vigo y otro vino para aquí, para Pontevedra. Y ya digo, fue una vida muy esclava. Me vine a servir para Marín, cuando era la Posguerra, que había mucha hambre, faltaba pan, faltaba harina. Íbamos andando de Bueu a Marín a buscar en las panaderías. Estuve sirviendo hasta los 73, cuando me dieron la inutilidad por la columna que la tenía mal. Cuando era más joven estuve en una casa en Marín 25 años y crié a unos niños. Tenían 4 hijos, uno tenía 16 y los otros tres, uno 4 otro 2 y otro nació cuando estaba yo en casa. Y aún es hoy el día que me hablan por teléfono, uno es médico, el mayor, el que tenía 4 años sigue viniendo a visitarme, el otro es aparejador, no viene tanto pero me llama, y el más joven está en Vigo de director en el hotel de Los Galeones, en la Avenida de Madrid. El médico ya se jubiló hace unos años y fue perito industrial. Se casaron los niños y yo fui a la boda de todos. Y ya digo, todos, todos, todos vienen a visitarme.
P: ¿Usted se casó?
R: Yo no me casé, soy soltera.
P: ¿Y tampoco tuvo amores en la adolescencia?
R: Sí, yo tuve novios, novios y acompañantes, y tuve para casar en ocasiones pero me fallaron. El último que tuve hablé cuatro años con él. Era de Marín, peluquero, pero entonces no se ganaba mucho, y tenía un hermano en San Sebastián que era maquinista y le dijo que probara en el barco. Y allá fue. A mí me escribía siempre y una vez me dijo que a ver si cuando venía nos casábamos, yo no tenía prisa, lo que quería era que no me engañara. Pero después de eso me escribió dos o tres cartas más, y me enteré de que se casó allí, en San Sebastián y desde entonces ya no quise más novios. Sólo acompañantes cuando teníamos fiesta pero a una hora teníamos que estar en casa.
P: ¿A que hora tenían que estar en casa?
R: A las 10.
P: ¿Y qué hacíais en las fiestas?
R: Bailábamos.
P: ¿Y cuándo eran?
R: Eran en verano, siempre en verano.
P: Para terminar, ¿qué cambios notas de antes a ahora? Negativos o positivos.

R: A ver, antes era una vida más esclava porque yo trabajé mucho, no había aspiradora, no había cocinas como ahora, había que fregar en una piedra, no había lavadoras, y había que ir al río con la tina en la cabeza, ibas a la fuente a buscar agua, luego en la posguerra que había muchas casas que no tenían de comer, y te daban un paño de saco para limpiar. Eso se pasaba muy mal, pero ahora también hay cosas que están muy mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario