SIRVIENDO DESDE LOS 15
Dolores Rey, de
90 años, no tiene hijos, huérfana desde los 11, nació en Bueu y se dedicó desde
los 15 hasta los 73 a servir en casas. Ahora vive en la Residencia de ancianos de Campolongo, Pontevedra, es allí donde la entrevistamos.
PREGUNTA:
¿Cómo era su vida cuando era joven?
RESPUESTA: Pues,
así, mi vida fue algo de historia. Yo quedé sin madre a los 3 años,
mi padre andaba siempre navegando, cuando quedó viudo, quedamos mi
hermana mayor que tenía 5 años y yo. Mi madre murió de parto,
porque era muy malo de dar a luz, en aquella época no se iba a los
hospitales. Entonces quedamos en casa de amigas de mi madre.
P: ¿Vivió
entonces con las amigas de su madre?
R: Sí, mi madre
tenía muchas amigas. Pero a los dos años de viudo, mi padre se casó
otra vez, y entonces tuvimos una madrastra que mientras mi padre
vivió, era muy buena. Pero mi padre, en la Guerra Civil, andaba
navegando y el barco paraba en Algeciras. Entonces estaba todo e
guerra y cada uno se escapó por donde pudo. Algunos compañeros
llegaron a casa, pero mi padre tuvo tan mala suerte, cogió otro
camino y fue a dar a Francia. En Francia lo cogieron los franceses,
creo que a los pocos días, y los franceses que estaban a favor de
los alemanes, llamaron y dijeron que tenían allí a un español,
entonces se lo llevaron para allá, para Alemania, y en Alemania lo
pusieron en un campo de concentración que se llamaba Mauthausen.
Luego le mandaba cartas a mi madrastra, diciendo que estaba bien, que
no le faltaba nada, que lo habían puesto de cocinero, porque claro,
no podía decir lo contrario porque las cartas pasaban por censuras.
Pero cuando terminó la Guerra Civil, llegó la Guerra Mundial, y fue
entonces cuando lo mataron y los que sobrevivieron escribieron un
libro en el que vienen todos los gallegos que mataron.
P: ¿Y fue al
colegio?
R: No, porque mi
hermana trabajaba en la fábrica de Bueu y era una chica muy lista,
que iba a cobrar, a la oficina, hacia las cuentas, iba a comprar…
fue también encargada. Ella siempre estaba trabajando porque
entonces querían mucho a las chicas jóvenes para trabajar.
P: ¿Con
cuántos años empezó a trabajar?
R: Yo a los 10,
11 años, fue cuando faltó mi padre, entonces trabajaba mucho en
casa, recogía, hacía la comida, fregaba, barría el suelo de
piedra, calentaba el horno, iba al monte a coger leña, y mi hermana
también, pero ella iba al colegio y era muy lista. Mi madrastra
quiso que fuera yo también al colegio porque mi hermana ya sabía
bastante, pero la profesora le decía que era una pena sacar a mi
hermana porque podía hacer una carrera, aunque mi madrastra no se la
podía pagar. Después a los 15 años, me marché para servir. Mi
hermana murió en Santiago, a los 28 años, porque mi madrastra había
dicho que no estaba bien de la cabeza y se la llevaron a Santiago. Yo
estaba sirviendo en Marín, cuando apareció un día a las doce de la
noche, ella no tenía cariño, ni yo, no teníamos quien nos lo
diera. También tengo dos hermanos de parte de mi madre. Uno vive en
Vigo y otro vino para aquí, para Pontevedra. Y ya digo, fue una vida
muy esclava. Me vine a servir para Marín, cuando era la Posguerra,
que había mucha hambre, faltaba pan, faltaba harina. Íbamos andando
de Bueu a Marín a buscar en las panaderías. Estuve sirviendo hasta
los 73, cuando me dieron la inutilidad por la columna que la tenía
mal. Cuando era más joven estuve en una casa en Marín 25 años y
crié a unos niños. Tenían 4 hijos, uno tenía 16 y los otros tres,
uno 4 otro 2 y otro nació cuando estaba yo en casa. Y aún es hoy el
día que me hablan por teléfono, uno es médico, el mayor, el que
tenía 4 años sigue viniendo a visitarme, el otro es aparejador, no
viene tanto pero me llama, y el más joven está en Vigo de director
en el hotel de Los Galeones, en la Avenida de Madrid. El médico ya
se jubiló hace unos años y fue perito industrial. Se casaron los
niños y yo fui a la boda de todos. Y ya digo, todos, todos,
todos vienen a visitarme.
P: ¿Usted se
casó?
R: Yo no me casé,
soy soltera.
P: ¿Y tampoco
tuvo amores en la adolescencia?
R: Sí, yo tuve
novios, novios y acompañantes, y tuve para casar en ocasiones pero
me fallaron. El último que tuve hablé cuatro años con él. Era de
Marín, peluquero, pero entonces no se ganaba mucho, y tenía un
hermano en San Sebastián que era maquinista y le dijo que probara en
el barco. Y allá fue. A mí me escribía siempre y una vez me dijo
que a ver si cuando venía nos casábamos, yo no tenía prisa, lo que
quería era que no me engañara. Pero después de eso me escribió
dos o tres cartas más, y me enteré de que se casó allí, en San
Sebastián y desde entonces ya no quise más novios. Sólo
acompañantes cuando teníamos fiesta pero a una hora teníamos que
estar en casa.
P: ¿A que
hora tenían que estar en casa?
R: A las 10.
P: ¿Y qué
hacíais en las fiestas?
R: Bailábamos.
P: ¿Y cuándo
eran?
R: Eran en
verano, siempre en verano.
P: Para
terminar, ¿qué cambios notas de antes a ahora? Negativos o
positivos.
R: A ver, antes
era una vida más esclava porque yo trabajé mucho, no había
aspiradora, no había cocinas como ahora, había que fregar en una
piedra, no había lavadoras, y había que ir al río con la tina en
la cabeza, ibas a la fuente a buscar agua, luego en la posguerra que
había muchas casas que no tenían de comer, y te daban un paño de
saco para limpiar. Eso se pasaba muy mal, pero ahora también hay
cosas que están muy mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario