O noso proxecto

jueves, 26 de marzo de 2015

MARÍA GONZÁLEZ CORTEGOSO


UN AMOR DE GALLETA




María González Cortegoso,  nació el 27 de diciembre del año 1936, por lo tanto tiene 78 años ahora mismo. Ella ha vivido toda su vida en Galicia, Pontevedra, en un pueblo llamado Salcedo. Ahora mismo su estado civil es casado.

P. ¿Cuántas personas érais en vuestra casa? ¿Quiénes?
R. En casa éramos cinco personas, mi padre, mi madre, mis dos hermanas; Dina la mayor e Inés la pequeña, que murió con dieciséis años por una enfermedad del pulmón; mi hermano; Diego, mi abuelo paterno y yo.

P. ¿Tus padres trabajaban?
R. Sí. Mi padre se dedicaba a la construcción y mi madre de jardinera, hasta que nos tuvo a nosotros y enfermó, por lo que empezó a trabajar en nuestra huerta.

P. ¿Dónde vivíais?
R. Vivíamos en la misma casa que en la que vivo ahora.

P. ¿Ha ido a la escuela?
R. Sí, pero he ido pocas veces, porque mis padres, la mayoría de las veces, me mandaban ir con las vacas o con las ovejas al campo.

P. ¿Le gustaba ir?
R. No, porque yo le tenía mucho respecto a la profesora, ya que te pegaba por no hacer los deberes, no saberte la lección…

P. ¿En la escuela les pegaban? ¿Con qué? ¿Os ponían castigos?
R. Nos pegaban con la regla o con la vara, en cualquier parte del cuerpo. Además de pegarnos, nos castigaba contra la pared de rodillas y a veces hasta con libros en las manos, y si te comportabas peor te llevaban al cuarto de los ratones; donde no había ratas, era solo para asustarnos. A mí nunca me llevaron a este cuarto, pero si me pegaron y alguna vez me han puesto de rodillas.

P. ¿Cuántos maestros tenía?
R. Había solo una señora de unos treinta años, que daba clase a todos.

P. ¿Sus clases eran mixtas?
R. No, eran clases de solo niñas. Luego había en otros lugares, escuelas para solo niños.

P. ¿Con que años se iba a la escuela? ¿Hasta qué edad?
R. La escuela duraba desde los seis a los catorce años, si querías seguir estudiando, tenías que pagar.

P. ¿La escuela estaba cerca de su casa?
R. Sí, en cinco minutos, yo ya estaba allí.

P. ¿Cuántas asignaturas tenía?
R. Tres.Catecismo, el manuscrito y el grado primero, estas dos últimas tenían dentro varias asignaturas.

P. ¿Cómo conseguíais los libros?
R. Nos los compraban nuestros padres.

P. ¿Teníais deberes para casa?
R. No, todo lo hacíamos en clase.

P. ¿Cuál era su asignatura favorita?
R. Catecismo, porque me gustaba leer en alto, pero también me gustaban mucho las matemáticas. Me encantaba multiplicar.

P. ¿Tenían recreos? ¿Cuánto duraban? ¿Qué hacían?
R. Sí, duraban treinta minutos. Jugábamos en la carretera, mientras que la profe bordaba.

P. ¿Tenían clases por la tarde? ¿Cuánto duraban? ¿Y a la mañana?
R. Sí. A la mañana era de nueve a doce, al acabar íbamos a casa, y volvíamos a las dos hasta las cinco de la tarde.

P. ¿Ha seguido estudiando después de acabar en la escuela?
R. No, tenía que trabajar en casa.

P. ¿Salía con sus amigas?
R. Sí, pero solo los domingos delante de la escuela. Los sábados por la mañana íbamos a clase y a la tarde, trabajábamos, igual que los demás días.

P. ¿Cómo se entretenía cuando quedaba con sus amigas?
R. Jugábamos al escondite, al vello; que es como el pilla pilla de hoy en día, al peletre, a los pelouros, a la cuerda…

P. ¿Cuántas amigas eran? ¿Había chicos en vuestro grupo?
R. Éramos cuatro o seis. En las fiestas y en la romería quedábamos con los chicos, pero nuestros padres no lo sabían.
P. ¿Cuál ha sido su primer trabajo? ¿Con cuántos años ha tenido su primer trabajo?
R. Mi primer trabajo fue en una tabacalera, que se situaba a dos kilómetros de mi casa. Allí, cultivábamos, recogíamos, secábamos, limpiábamos y empaquetábamos el tabaco, todos los días. A veces, le hacíamos cigarros al jefe. Yo empecé al poco tiempo de acabar de estudiar, ya que en mi casa necesitábamos dinero, por lo tanto, tenía catorce años y salí de allí a los veintidós.

P. ¿Le gustaba este trabajo?
R. Sí, tan solo por el hecho de ganar dinero [Ríe]. Cada quince días, nos daban trece pesetas por cada día.

P. ¿Cuánto tiempo estaba allí?
R. Desde las nueve de la mañana hasta la una del mediodía y luego, desde las tres a las siete de la noche, y así todos los días.

P. ¿Se llevaba bien con sus compañeras?
R. Sí, aún que al final, me enfadé con una de ellas porque dijo una mentira de mí.

P. ¿Ha tenido muchos novios?
R. No, el primero y el último que he tenido ha sido mi actual marido. Lo conocí con diecinueve años en el baile. Yo fui a comprar galletas y entonces, él me cogió una sin permiso, pero la siguiente me la pidió. Y a partir de ese momento, bailamos y empezamos a ser novios. Solo nos veíamos los domingos y algún jueves. Él se fue para Venezuela y desde allí nos enviábamos cartas, una de ellas me pedía para casarnos y yo acepté. Nos casamos por poder, ya que Antonio (mi marido) estaba en Venezuela y yo en Galicia y mientras que yo no estuviera casada, no me dejaban viajar, por lo cual, me casé con mi hermano Diego, con el nombre de Antonio.

P. ¿Ha emigrado? ¿Alguien de su familia emigró?
R. Sí. Yo emigré por dinero a Venezuela, después de casarme, pero luego volvimos Antonio y yo porque mi mamá se puso malita y  mi familia me decía que volviera. En mi familia emigraron mi abuela y mis tías a Argentina, también por economía.

P. ¿Ha tenido hijos?
R. Sí, la mayor Susi y el pequeño Toño, que se murió con dieciséis años en un accidente de moto, por culpa de un coche.

P. ¿Tenían pañales para sus hijos?
R. No, claro que no. Nosotros utilizábamos telas, que había que cambiarlas a menudo.

P. ¿Trabajó cuando sus hijos eran pequeños?
R. Sí, pero mientras que yo trabajaba, pagábamos a una chica para que cuidara a Susi. Pero mi dinero iba para esta chica, por lo cual, dejé de trabajar.

P. ¿Tenía váter en su casa?
R. No. Mi padre había hecho con ladrillos y madera el lugar para sentarse, con una tapa.

P. ¿Cómo se duchaba?
R. En una tina, calentábamos agua. El agua corriente vino mucho más tarde, mientras, el agua era del pozo.

P. ¿Cómo iba vestida?
R. Al trabajo íbamos con ropa corriente, zuecos, un vestido, un abrigo y un mandil. A las fiestas íbamos con vestidos más elegantes y con botas. A la escuela y a jugar de vestido. Y a Pontevedra, íbamos arregladas.

P. ¿Alguna vez has llevado pantalón?
R. No, solo vestidos. Actualmente casi nunca llevo vestido si no, pantalones.

P. ¿Dónde lavaban la ropa?
R. En el río, que estaba bastante lejos.

P. ¿Cómo conseguía la ropa?
R. Venía o íbamos a casa de la modista.

P. ¿En su familia comían todos los días? ¿El qué?
R. Sí, nunca pasamos hambre, comíamos cosas variadas. Cuando había fiestas comíamos cordero y los domingos cocido, que era mi comida favorita.

P. ¿Quién cocinaba en su casa?
R. Tanto mi madre, como mi hermana o yo. Yo empecé a los catorce años a cocinar.

P. ¿Cuántas habitaciones había en su casa?
R. Tres, una para mis padres, otra para mi abuelo y otra para mi hermana Dina y para mí.

P. ¿Cómo eran sus camas?
R. La cama de mis padres de lana, la de mi abuelo de corcho y la de mis hermanos y la mía de “follato” (hojas de maíz).

P. ¿Qué muebles tenía en su casa?
R. Había algún mueble, sillas y una mesa. En la habitación, la cama, la mesilla, una silla y un armario. La cocina era de piedra y había un horno, un chinero, una artesa (parecida a una despensa), también había platos, cuchillos…

P. ¿Compartían casa?
R. No, vivíamos solo nuestra familia.

P. ¿Han tenido alguna vez carencias en su casa?
R. No, nada nos faltó, pero vivíamos muy apretados. También vendíamos los productos de nuestra huerta y de nuestros animales, para ganar algo de dinero.

P. ¿Viajó alguna vez? ¿A dónde?
R. Sólo viajé a Venezuela, para trabajar y para estar con mi marido.

P. ¿Qué medios de transporte utilizó?
R. Tanto al trabajo como a la escuela, iba andando. Cuando viajé a Venezuela por primera vez para ir junto a mi marido, fui yo sola en barco.

P. ¿Qué aparatos electrónicos tenía en su casa?
R. Solo la radio, lo demás vino más tarde.

P. ¿Había machismo?
R. Sí, nos criamos en una sociedad machista.

P. ¿Conoce algún caso de maltrato?
R. Sí, una vecina, su marido se emborrachaba y la maltrataba tanto físicamente como psicológicamente. Hasta que un día la señora le dio  con la sartén en la cabeza y este dejó de pegarle. Hasta que se enfermó y dejó de beber, a partir de ahí fueron muy felices.

P. ¿Qué cambios nota de antes a ahora?
R. Antes no había tanta libertad como ahora. Actualmente hay muchos más estudios, una mayor tecnología…

P. ¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida?
R. Cuando tuve a mis hijos.


Laura Argibay Porto 3ºB

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