"Como no había televisión, ni maquinitas, cuando éramos niñas, jugábamos a las muñecas, a los trapitos…"
Manuela Muñoz Banga, es una mujer que vivió durante la dictadura franquista, y el cambio producido por el nacimiento y asentamiento, de la democracia en España.
Nacida en Marin, Pontevedra, en el seno de una familia humilde, asentada en Carballino, Ourense, fue la segunda hija del matrimonio formado por Manuel Muñoz, y Purificación Banga, y nos cuenta cómo fue su vida durante su infancia y juventud, y como es en la actualidad
-¿Cómo
os divertíais en aquel tiempo?:
-Pues..,
¿sabes cómo nos divertíamos?. Como no había televisión, ni
maquinitas, cuando éramos niñas, jugábamos a las muñecas, a los
trapitos…, y cuando fuimos más mayores, unas jovencitas, pues
íbamos al cine, a tomar un café y a pasear. Y nos divertíamos muy
bien, no nos hacían falta las máquinas para nada, estábamos muy
bien.
-¿Qué
hacíais en vuestro tiempo libre?
-En
nuestro tiempo libre nos dedicábamos a hacer deporte. Yo, por
ejemplo hacia balonmano en el colegio de monjas en el que me
Manuela,
a la izquierda de la imagen, con amigas en la playa.
eduqué.
Hacíamos labores y después nos íbamos de paseo con las amigas.
-¿A
qué te dedicabas?
-Pues
dedicarme a estudiar hasta que lo dejé, que, he de admitirlo, no era
buena estudiante y al dejarlo me fui para mi casa y estuve allí
hasta que me casé.
-¿Y
no has tenido ningún trabajo?
-No,
pero mi madre me enseñó a hacer labores en casa, a ser una buena
ama de casa, a ser una buena madre y también me enseñó a pintar
como ella.
-¿Cómo
eran los estudios en esa época?
-Pues
los estudios en mi época eran un poco difíciles, porque nosotros
estudiábamos en el colegio, yo, en mi caso, en la escuela de monjas
de Carballino, y teníamos que ir a examinarnos a Ourense. No nos
dejaban examinarnos en el colegio y teníamos que examinarnos en un
jurado de Ourense, y yo que era muy poco estudiosa y lo dejé, porque
tener que ir a examinarme a Ourense y tenía que aprobar en cuarto de
Bachillerato y como no lo hice, lo tuve que dejar. En conclusión los
estudios de antes eran más difíciles que los de ahora.
nvitación
a uno de los bailes.
-Pues
yo era muy cantarina, decían que yo cantaba muy bien y pertenecí a
varios coros que eran uno de mis hobbies preferidos. Entonces yo me
lo pasaba muy bien yendo a cantar a la iglesia, en casa también
estaba cantando, escuchando la radio de lo que se llevaba como Tom
Jones, que eran cantantes de mi época, pero me gusta todo tipo de
música.
-¿Ibas
a la iglesia?
-Sí,
siempre he ido a la iglesia que yo creo mucho en Dios y siempre me
gustó mucho.
Manuela
el día de su Primera Comunión, junto a su hermana mayor, Puri
-¿Tuviste
que viajar a algún lugar por trabajo o algo?
-Pues
es una buena pregunta la que me has hecho, porque mi abuelo era
argentino que había nacido en Buenos Aires y cuando yo tenía quince
años, a mi abuelo se le había ocurrido irse para Argentina, así
que preparamos los pasaportes y teníamos la fecha marcada, pero
entonces mi abuela se puso a llorar y a llorar y a mi padre le dio
pena y no nos fuimos.
-¿Cómo
os alimentabais?
-Pues…en
mi casa siempre estuvimos bien alimentados y sanos. Mi madre era muy
buena cocinera y siempre nos dio
Basilio,
el marido de Manuela
comida
que nos alimentaba, que no engordara, sin mucha grasa y no comíamos
mucha carne pero comíamos muchas verduras, aparte de que mi abuela
tenía muchas fincas y yo siempre me alimenté con mucha fruta y
verdura y a veces carne, pero hoy en día como mucha más verdura así
que casi soy vegetariana.
-¿Tu
familia tenía mucho dinero?
-Mi
familia por parte de madre sí; mi abuelo era muy bueno en los
negocios, era muy inteligente era casi una familia rica. La familia
de mi padre era menos rica, más pobre, no tenían tanto dinero.
-¿Cuándo
te casaste?
-Pues
conocí a mi marido, cuando tenía dieciocho años. Vino aquí a
Pontevedra para acabar su carrera universitaria, me conoció y a los
cuatro meses ya éramos novios y al cumplir el año justo nos
casamos. Tenía diecinueve años y mi marido veintisiete cuando nos
casamos. Nos trasladamos a vivir a Cuenca porque mi marido trabajaba
allí, y vivimos allí dos años; y de Cuenca nos fuimos a Galicia,
a Vigo porque estaba nuestra familia aquí y fue cuando empezamos a
viajar de un lugar a otro, de Cuenca a Galicia y de Galicia a
Cuenca.
Manuela
y Basilio el día de su boda, en la Iglesia Nueva de Marín.
-¿Cómo
eran los días de fiesta?
-Pues
eran muy bonitos porque mi madre tenía diez hermanos y como estaban
todos casados, tenía en total veinte tíos. Entonces nos juntábamos
todos en la casa de mis abuelos en Carballino, y pasábamos las
fiestas con la familia, ya que éramos muchos nietos, sobrinos etc…,
y lo pasábamos muy bien.
-¿Cuántos
llegasteis a ser en la familia?
-Pues
en la mía solamente cuatro mi padre, mi madre, mi hermana y yo.
Familia
de Manuela al completo: Manuel, el padre, Pura, la madre, Puri, la
hermana mayor y Manuela.
-¿Y
cuándo te casaste?
-Cuándo
me case tuve tres hijasLa
Familia Ros Muñoz al completo.
-¿Hubo
algún cambio social en esa época?
-Sí,
una muy importante. Cuando era joven, bueno yo ya estaba casada, pero
en el año setenta y cinco falleció Francisco Franco, el dictador de
España que fue algo muy importante porque antes en España había
dictadura pero ahora tenemos democracia. Tengo que decir que viví
bien la dictadura; nunca me faltó de nada, no robaban tanto como
hoy…Pero yo viví bien las dos etapas la dictadura y la democracia.
-¿Después
de la muerte de Franco como cambió la vida de la época?
-Pues
yo no lo noté demasiado, pero se notaba más en el ambiente, en el
mundo, en la sociedad que había más libertad de expresión, se
podía hablar más abiertamente..
-¿Y
el gallego se podía hablar libremente?
y
entonces éramos cinco: mi marido, yo y mis tres hijas, la mayor,
Loli, la segunda, Ana y la menor, Nuria.
La
Familia Ros Muñoz al completo.
-Bueno
en mi época no se estudiaba gallego, de hecho no se podía hablar,
ni en la calle ni en casa, porque decían que eran de mala educación,
de gente con poca educación y cultura, hasta que falleció Franco ;
entonces vinieron las autonomías y las que tienen su propia lengua,
como nosotros, empezaron a hablarlas más abiertamente, a
estudiarlas, etc…
Manuela
con sus hijas y nietos en la actualidad.
-Esto
ha sido todo. Muchas gracias por responder a mis preguntas y por su
comprensión.
-De
nada. Estoy a tu disposición siempre que necesites a la abuela.
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